El ministro de Economía, Sergio Massa, y su equipo mantuvieron reuniones virtuales durante todo el fin de semana con miembros del Fondo Monetario Internacional para acordar el desembolso de U$S5.200 millones. El entendimiento demandó dos reuniones de Massa con Kristalina Giorgieva, directora gerente del organismo, tres con su segunda, Gita Gopinath y más de 140 horas de reuniones vía zoom con el staff técnico.
Hoy se conocerá el press report del Staff Level Agreement que contendrá la aprobación del desempeño del programa del último trimestre del año pasado. Se estima que en el curso de la mañana se difundirán los detalles técnicos del acuerdo alcanzado.
Además, se conoció que el acuerdo será modificado, se establecerán un conjunto de medidas monetarias y se cambiarán las metas tanto anuales como trimestrales de reservas del Banco Central.
Esto se da en el marco de la fuerte sequía que atraviesa el país, lo cual hizo mermar los ingresos por exportaciones agrarias y generó la pérdida de más de U$S1.400 millones en reservas del Banco Central en lo que va del año. En paralelo, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y la de Rosario coincidieron en proyectar una disminución de entre 33 a 35% en la producción de trigo, maíz y soja. En consecuencia se perderían entre U$S15.000 y U$S17.000 millones en exportaciones, y esto si las condiciones no empeoran.
Para marcar una referencia, el impacto de la sequía sería entre tres y cuatro vece superior al del aumento en los gastos de energía por la guerra en Ucrania.
En esa línea, Massa viene planteando las pérdidas que representaran estos dos fenómenos en Argentina que, a las claras, complicarán el cumplimiento de las metas establecidas. Por si fuera poco, a esto se le suma el stress de los mercados financieros internacionales tras la caída del Silicon Valley Bank y los problemas de liquidez que atraviesan otras entidades financieras.
En este contexto, el Gobierno no sólo no está en condiciones de cumplir con la meta de reservas de este trimestre (está más de u$s4.000 millones por debajo), sino que tiene muy comprometido el frente externo.
Con relación a la meta fiscal, trascendió que el Fondo cuestionó la “regresividad” del sistema de subsidios energéticos. En esta materia, las cuentas fueron en aumento. El Gobierno destinó u$s12.000 millones en subsidios energéticos en 2021, que representaron cerca de un 2,5% del PBI, y el año pasado la cifra se incrementó a cerca de u$s13.500. Sucedió que, por la suba de los precios energéticos internacionales derivada de la guerra en Europa, Argentina debió pagar más por el gas que importa durante el invierno. Además, tuvo que realizar importaciones récord de fuel.
Cabe recordar que el mes pasado, la secretaria de Energía prometió que este año se cumplirá con la meta fiscal de reducir los subsidios al 1,6% del Producto Interno Bruto. Fuente: Ámbito
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