El costo de la Canasta Básica subió 4,55% en junio por debajo de la inflación, por ende, una familia de cuatro integrantes necesitó $104.217 para no ser pobre. Para no ser indigente, una persona necesitó $15.057.
Los datos se desprenden de la canasta básica alimentaria, que delimita la línea de indigencia, y la canasta básica total, que determina la de pobreza, que publicó ayer el INDEC.
En junio la inflación fue de 5,3% contra mayo y 64% contra el mismo mes del año anterior. Tras la renuncia del exministro de Economía, Martín Guzmán, los primeros días de julio estuvieron marcados por altos niveles de volatilidad de precios y de las divisas.
A su vez, este incremento publicado por INDEC impacta en los topes máximos de ingresos que los usuarios tendrán que demostrar para poder acceder a los subsidios a las tarifas de luz y gas, tal y como quedó establecido en el sistema de segmentación.
Con lo cual, para estar incluidos en el segmento de menores ingresos, los usuarios deberán demostrar que los mayores de edad del hogar ganan de bolsillo menos que una canasta básica, es decir $104.216,80. Para hogares con personas que posean Certificados Únicos de Discapacidad los ingresos podrán ser de hasta 1,5 canastas ($156.325,20)
Para estar incluidos en el segmento medio, los usuarios deberán demostrar ingresos de entre 1 y 3,5 canastas básicas totales (entre $104.216,80 y $364.758,80).
Los usuarios cuyos grupos familiares ganen más de $364.758,80 serán considerados de ingresos altos, y no tendrán acceso a los subsidios.
Fuente: Corta
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