Una alta fuente de la Casa Rosada afirmó: “Con el cepo, el país puede crecer, pero sin él, el crecimiento sería aún mayor”. Además, indicó que octubre será un mes crucial para evaluar los avances en la posible eliminación de esta restricción.
El gobierno espera obtener claridad sobre varios factores antes de proceder, incluyendo el éxito del blanqueo impositivo, la evolución de la recaudación fiscal (especialmente tras la moratoria y ajustes en el impuesto a los bienes personales) y el comportamiento de la inflación.
Las autoridades están observando algunos indicadores positivos. Una de estas señales es lo que consideran un buen desempeño del blanqueo; incluso se está considerando la posibilidad de extender el plazo para su ejecución. Se estima que podrían regularizarse alrededor de 40.000 millones de dólares.
Otro aspecto relevante es el incremento en los depósitos en dólares, que ya superan los 20.000 millones. Las reservas netas, aunque todavía negativas en 5.000 millones, han mejorado notablemente desde que asumieron el gobierno, cuando había solo 13.000 millones en depósitos y reservas negativas de 11.000 millones.
También mencionan un avance en el frente externo, destacando la reciente reducción de 50 puntos básicos en las tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos y la posible revisión de los sobrecargos que aplica el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que podría generar un ahorro de 300 millones de dólares anuales.
Si bien se mantienen intercambios regulares entre las autoridades argentinas y el personal del FMI, el Ministerio de Economía planea iniciar las conversaciones formales para un nuevo acuerdo a fines de octubre, dado que el actual vence a fin de año. Esta fecha no es casual, ya que se espera que para entonces el organismo decida reducir los sobrecargos impuestos a los países con altos niveles de deuda.
En cuanto a la deuda externa, un informe reciente sugiere que, incluso en escenarios adversos como un aumento en las tasas de interés, el superávit primario necesario para mantener estable la relación deuda/PIB se alinea con lo previsto en el Presupuesto 2025. Esto implica que se necesitaría un excedente del 1,3% del PIB, por encima de los gastos primarios, para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública.
El equipo liderado por Luis Caputo tiene la expectativa de que Argentina, considerada actualmente “el mejor alumno del FMI”, logre una refinanciación favorable de sus deudas.
Además, los estrategas de La Libertad Avanza confían en que una posible victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses de principios de noviembre podría facilitar el acceso a nuevos fondos para el país.
En el ámbito gubernamental, se ha solicitado a los técnicos que calculen cuántas reservas en divisas serían necesarias para eliminar completamente el cepo sin generar inestabilidad. El cálculo indica que se requerirían 35.000 millones de dólares, una cifra que se podría acumular en aproximadamente siete años, lo que ha suscitado comentarios irónicos en el Ministerio de Economía sobre la necesidad de asumir algún riesgo.
El equipo económico opina que, aunque el crecimiento puede continuar bajo el cepo, es fundamental eliminar las restricciones para impulsar la actividad. “Esto permitirá que Argentina vuelva a ser atractiva para los fondos de inversión”, afirman desde el gabinete económico.
Dependiendo de los resultados que se obtengan en los próximos meses, se evalúa la posibilidad de avanzar significativamente hacia la eliminación del cepo a comienzos del próximo año.
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