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Dólar: tras la baja de tasas por parte del BCRA se allana el camino para el crawling peg al 1%

  • Foto del escritor: Alejo Saggin
    Alejo Saggin
  • 31 ene
  • 3 Min. de lectura

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) dio un nuevo paso en su estrategia para controlar la inflación y el tipo de cambio al anunciar una reducción en su tasa de interés de referencia, tal como se anticipaba en los últimos días.

Este ajuste se produce en un contexto en el que también se esperaba una disminución en la tasa de ajuste del tipo de cambio oficial, y finalmente se concretó: el directorio del BCRA decidió bajar la tasa nominal anual (TNA) del 32% al 29%, lo que se traduce en un 2,42% mensual. Paralelamente, la tasa de los préstamos a corto plazo que el BCRA ofrece a los bancos (pases activos) también se redujo, pasando del 36% al 33% anual.

La medida, que entra en vigor este viernes, se justifica, según el comunicado oficial, por la consolidación de las expectativas de una disminución en la inflación. Con este recorte, el BCRA busca mantener su política de flexibilización monetaria, diseñada para desacelerar la inflación y estabilizar la economía en el mediano plazo.

La decisión también toma en cuenta la futura disminución del ritmo de devaluación del peso, que se implementará el próximo lunes, reduciéndose del 2% mensual actual al 1%. Este ajuste complementa el enfoque de desinflación del gobierno.

Desde el inicio de la gestión de Javier Milei, las tasas de política monetaria han experimentado una caída significativa. Comparado con el 133% anual de la administración de Alberto Fernández, la nueva tasa representa una reducción de 104 puntos porcentuales, lo que refleja la intención del gobierno de reducir drásticamente las tasas para incentivar la actividad económica y mejorar la competitividad del peso frente a otras monedas y activos.

Este recorte forma parte de una estrategia destinada a atraer inversiones tanto en pesos como en activos en dólares, ya que se espera que brinde un marco de estabilidad cambiaria favorable a las inversiones en pesos.

En el mercado financiero, el impacto de esta reducción será inmediato. Las tasas de interés que los bancos ofrecen para los depósitos a plazo fijo en pesos, que ya se encuentran por debajo del 30% anual en promedio, seguirán una tendencia a la baja. Esto se debe a que las tasas de política monetaria afectan directamente a los instrumentos como las Letras Fiscales de Liquidez (Lefis), en los cuales los bancos reinvierten su liquidez.

Aunque esta baja de tasas representa un desafío para los ahorristas que buscan mayores rendimientos, se espera que el recorte mantenga la rentabilidad de las inversiones en pesos en un entorno de control sobre la devaluación del tipo de cambio. Con la nueva tasa, se prevé que las inversiones en pesos sigan siendo atractivas a través de estrategias como el "carry trade", donde los inversores apuestan a la estabilidad del peso y esperan que los rendimientos superen a los obtenidos por el dólar.

Sin embargo, a pesar de la disminución, la rentabilidad de las inversiones en pesos sigue siendo inferior a la de periodos anteriores. De acuerdo con estimaciones de la consultora 1816, el retorno mensual en dólares oficiales sería del 1,42%, un porcentaje menor al 1,7% que se habría alcanzado sin los ajustes recientes en las tasas.

Además, esta reducción de tasas refleja la inminente desaceleración en el ritmo de devaluación del peso, conocido como "crawling peg", que pasará a ser del 1% mensual desde el lunes, debido a las expectativas de una disminución en la inflación. Con esta baja, la tasa efectiva anual en dólares oficiales se ubicaría en un 18%, lo que mantendría la rentabilidad de las inversiones en pesos relativamente alta frente a las inversiones en dólares.

Este conjunto de medidas, que incluye la reducción de la tasa de interés y el ajuste del crawling peg, genera un entorno favorable para quienes buscan oportunidades de inversión en el mercado local. Según el economista Gustavo Ber, esta estrategia contribuirá a un círculo virtuoso, manteniendo la estabilidad y ofreciendo rendimientos atractivos en pesos.

El último recorte de la tasa de referencia ocurrió a finales de noviembre, cuando el BCRA la redujo del 35% al 32%. Con la nueva baja, la tasa efectiva anual se sitúa en el 33,63%. Esta acción continúa con la tendencia de flexibilización monetaria, que busca generar condiciones más favorables para el crecimiento económico, sin descuidar los riesgos de inflación y volatilidad cambiaria.

En resumen, el Banco Central sigue con su plan de reducción de tasas, con el objetivo de estabilizar la economía en un contexto de inflación decreciente y expectativas de desaceleración cambiaria. Las medidas adoptadas, como la disminución de la tasa de política monetaria y la futura reducción del crawling peg, son clave para mantener el atractivo de las inversiones en pesos y asegurar una economía más estable.

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