En una entrevista con New York Times, Sam Bankman-Fried, fundador y ex CEO de FTX, volvió a ser protagonista al intentar distanciarse de las acusaciones de fraude y de abandono a los usuarios de la plataforma con pérdidas de miles de millones de dólares. A su vez, Bankman-Fried negó utilizar fondos de la plataforma para su otra firma: Alameda Research.
Cabe destacar que la crisis de liquidez en FTX se produjo después de que Bankman-Fried tasladó en secreto 10.000 millones de dólares de fondos de clientes del Exchange a Alameda Research, según Reuters. Ante la publicación, el ex CEO sostuvo que nunca intentó cometer fraude y señaló a Reuters que la compañía no transfirió en secreto sino que hubo una “confusión en el etiquetado interno”.
El crash de FTX fue una dura estocada en el sector cripto, que ya venía afectado por otras bancarrotas de plataformas Exchange durante el mes de mayo. Bitcoin, la mayor criptomoneda del mundo, se desplomó desde U$S 69.000 a U$S 17.000 en un año. Ethereum, el criptoactivo número dos, también sufrió grandes pérdidas. De hecho, según señalan en Cointelegraph, se cree que gran parte de la crisis de liquidez se debió a que Alameda utilizó los fondos de los clientes para cubrir unos préstamos que estaban siendo retirados debido a la crisis crediticia causada por el colapso de LUNA. A principios de este año, la bolsa de valores extraterritorial y la subsidiaria estadounidense de Bankman-Fried tenían una valoración combinada de 40.000 millones de dólares, según datos de Crunchbase de los que se hace eco Yahoo Finance.
Al final del primer trimestre, la riqueza personal de Bankman-Fried había aumentado a más de 25.000 millones de dólares, según el índice de multimillonarios de Bloomberg.
Menos de 7 meses después, Bankman-Fried declaró FTX en bancarrota y renunció como CEO. Se estima que FTX y las empresas afiliadas deben unos 8.000 millones de dólares a más de un millón de clientes. Fuente: Ámbito
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