Según el proyecto de Presupuesto 2025 presentado por el Gobierno, se prevé que el Impuesto PAIS no será renovado, lo que significaría su eliminación a partir del 23 de diciembre. Este cambio afectaría a las importaciones, que dejarían de estar gravadas con el actual 7,5%. Sin embargo, esta medida ha generado incertidumbre entre analistas y consumidores sobre el futuro del dólar tarjeta y el dólar ahorro. Sin cambios adicionales, estos tipos de cambio podrían bajar alrededor del 19%, lo que a precios actuales en el Banco Nación significaría un descenso de $1.571 a $1.277, acercándose al valor del dólar blue y mucho más al del MEP.
Este tema no es menor. A pesar de las limitaciones del dólar ahorro, la posibilidad de un aumento en el uso del dólar tarjeta preocupa en un contexto donde las reservas netas son escasas. En los últimos meses, el uso de divisas para turismo y otros gastos con tarjeta se ha incrementado considerablemente, a pesar de que el dólar tarjeta es más costoso que los tipos de cambio financieros. La pregunta que se plantea es qué sucederá si se elimina el impuesto PAIS y esto provoca una reducción en la cotización del dólar.
Al consultar a diversas fuentes gubernamentales sobre si se planea compensar la eliminación del Impuesto PAIS con un aumento en las retenciones u otros tributos, se indicó que actualmente no hay decisiones definidas. Un alto funcionario del área económica comentó: “El Impuesto PAIS finaliza el 22 de diciembre, aún falta mucho. Estamos continuamente evaluando las opciones disponibles”.
Las decisiones del Gobierno sobre las restricciones cambiarias también influirán en este escenario, aunque no hay una guía clara anunciada al respecto. Economistas han señalado que uno de los puntos omitidos en el proyecto de Presupuesto es la situación del cepo cambiario.
El dólar ahorro se refiere a la cotización vigente para la compra de divisas para ahorro, limitada a u$s200 mensuales, mientras que el dólar tarjeta se utiliza para gastos en el extranjero. Desde diciembre de 2023, ambos tipos de cambio incluyen un recargo del 60% sobre el dólar minorista: 30% correspondiente al impuesto PAIS y 30% en concepto de retención a cuenta de Ganancias.
Este miércoles, el dólar minorista en el Banco Nación cerró a $982. Por lo tanto, quienes deseen adquirirlo para ahorro o pagar el resumen de la tarjeta deben abonar $1.571,20. Si se eliminara el Impuesto PAIS en este momento, el costo sería de $1.276,60 por dólar. Este abaratamiento podría incentivar aún más la demanda de divisas para turismo entre aquellos con capacidad económica para viajar, coincidiendo con la temporada alta de vacaciones.
Actualmente, muchos consumidores optan por el MEP, que es considerablemente más barato (cerró el martes a $1.214,04), para pagar sus gastos en el extranjero, utilizando dólares adquiridos previamente en el mercado de capitales, lo que no afecta las reservas del Banco Central.
Este factor, junto con la fuerte devaluación de diciembre, ayudó a reducir el déficit de divisas en el inicio de 2024, aunque la situación ha cambiado en los meses siguientes. La política cambiaria ha resultado en un encarecimiento gradual de Argentina respecto a otros países, disminuyendo el número de turistas extranjeros y aumentando los viajes de argentinos al exterior.
En julio, el último dato disponible, llegaron al país 236.099 turistas por vía aérea, un 17,7% menos que el año anterior, mientras que 320.040 argentinos viajaron al exterior, un 24,4% más que en el mismo mes de 2023. A pesar de que el dólar tarjeta es mucho más caro que los paralelos, el Banco Central registró un déficit mensual de u$s634 millones en viajes y otros gastos con tarjeta, el más alto de 2024. En enero, el déficit turístico era solo de u$s195 millones, y en los primeros siete meses, el saldo negativo alcanzó los u$s2.774 millones, cifra que podría duplicarse en el resto del año.
Además, ha aumentado el número de argentinos que cruzan a países vecinos para realizar compras debido al deterioro del poder adquisitivo. El año pasado, la situación era opuesta, con turistas de países limítrofes visitando Argentina atraídos por la brecha cambiaria.
La posible eliminación del Impuesto PAIS tendría diversas consecuencias, principalmente fiscales, afectando los ingresos que el tributo ha generado en un contexto de recesión. A partir de septiembre, se notará un primer impacto con la reducción de la tasa al 7,5% para las importaciones. Sin embargo, la mayor preocupación radica en el efecto sobre las reservas: tanto por la reducción en el costo de importaciones como por el abaratamiento del dólar tarjeta.
Jorge Carrera, ex vicepresidente segundo del BCRA, anticipó que la demanda de dólar tarjeta aumentará. “La gente ya estaba usando métodos alternativos de pago en dólares, pero un abaratamiento del dólar tarjeta facilitaría aún más las compras en el extranjero”, afirmó.
Lucio Garay Méndez, economista de la consultora Eco Go, advirtió sobre los riesgos de una mayor salida de divisas ante compromisos de deuda externa. Según sus proyecciones, el déficit por servicios podría incrementarse en más de u$s1.500 millones en 2025, y un 70% de esto se explicaría por viajes y gastos con tarjeta.
Javier Okseniuk, director ejecutivo de LCG, enfatizó su preocupación por el impacto de la eliminación del Impuesto PAIS en el balance externo más que en el fiscal. “El balance cambiario relacionado con el turismo ha mostrado un déficit creciente, y es probable que se agudice si se elimina el impuesto”, concluyó.
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