Marco Lavagna, jefe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), anunció que el Gobierno introducirá un nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPC) en los próximos dos meses. Este nuevo índice, que incorporará una base de 500.000 precios y contará con la participación de 24.000 informantes, está actualmente en la fase de pruebas finales. "Estamos ajustando los últimos detalles para garantizar una implementación clara y comprensible", comentó Lavagna en una entrevista con Radio 10.
El IPC actual cuenta con 320.000 precios y se basa en 16.700 informantes. Con los cambios previstos, el número de precios se incrementará significativamente y la cantidad de informantes se ampliará. La nueva metodología se espera que entre en vigor a partir de noviembre.
El INDEC explicó en junio que estas modificaciones técnicas al indicador, crucial para la economía argentina, no son inéditas. Antes de la creación del INDEC en 1968, el historial estadístico muestra ajustes similares desde 1924 hasta la década de 1980, aunque con un alcance geográfico más limitado.
En su intervención, Lavagna también destacó el papel del INDEC en el nuevo Gobierno, subrayando la importancia de mantener la confianza pública en las estadísticas. "Es crucial que la gente confíe en cómo se generan nuestros datos", afirmó. En cuanto a la inflación, señaló que aunque hay una tendencia a la baja, se debe observar si esta se mantiene en el futuro.
A una semana de la publicación del IPC correspondiente a agosto, diversas consultoras privadas han hecho sus proyecciones. Según Ámbito, la mayoría estima una inflación de 3,8% para el mes, aunque algunas predicciones sugieren un aumento superior al 4%.
El informe de C&T sobre precios en la región del Gran Buenos Aires mostró una inflación mensual de 3,8% en agosto, una disminución respecto al 4,5% revisado de julio y al 4% reportado por el INDEC para el mismo mes. La variación anual se redujo a 238,8%, la cifra más baja del año hasta ahora. Los principales incrementos se observaron en transporte, debido a los aumentos en taxis y colectivos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, así como en combustibles y seguros de automóviles.
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