Según un informe reciente del Observatorio Industriales Pymes Argentinos (IPA), se estima que entre 10.000 y 12.000 pequeñas y medianas empresas podrían cerrar si la actual recesión persiste. Esta situación, de acuerdo con el informe divulgado hoy, provocaría la pérdida de alrededor de 47.000 empleos directos en el sector, contribuyendo a una caída generalizada de unos 180.000 puestos de trabajo en la economía privada durante 2024.
El informe revela que, para mayo de este año, se habían perdido aproximadamente 92.000 empleos, de los cuales 40.000 correspondían a pymes. El IPA proyecta tres escenarios posibles en relación con el desempleo: el escenario más optimista prevé una reducción de 117.000 empleos debido al cierre de 8.600 pymes; el escenario más pesimista estima una pérdida de 226.000 empleos y el cierre de 12.000 empresas; mientras que el promedio de 180.300 empleos perdidos corresponde a la desaparición de 10.000 pymes.
Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), se reconoce que aunque no se realicen tales proyecciones, es evidente que no se puede mantener esta situación mucho tiempo sin un cambio en la tendencia. El Índice de Producción Industrial Pyme de CAME reportó una disminución interanual del 20,4% en junio, con sectores como el papel, cartón, edición e impresión sufriendo una caída del 31,5%.
El informe del IPA coincide con un aumento del desempleo al 7,7% en el primer trimestre de 2024, lo que representa un incremento de dos puntos porcentuales respecto al último trimestre de 2023. Además, la actividad en la industria manufacturera disminuyó un 14,2% interanual en mayo, y la utilización de la capacidad instalada cayó 11 puntos porcentuales, ubicándose por debajo del 57%, según datos del Indec.
Daniel Rosato, presidente de IPA, advirtió que la falta de medidas para mitigar la crisis del consumo solo exacerbará la situación, ampliando la pobreza y limitando las oportunidades. Las pymes, que son cruciales para el empleo en el país, enfrentan una gran incertidumbre sin señales claras de reactivación. Rosato también destacó que aunque valora las ocasiones en que el Gobierno abre espacios de diálogo, pocos funcionarios parecen dispuestos a escuchar.
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