Durante el día de ayer, tras una reunión llevada a cabo en Viena, la OPEP+ acordó los recortes más profundos a la producción de petróleo desde 2020, frenando el suministro en un mercado, de por sí ajustado, amén de la presión de Estados Unidos y otros para bombear más.
El objetivo del recorte es estimular una recuperación en los precios del petróleo que, por los temores a una recesión económica mundial y el aumento de las tasas estadounidenses, ya se ha visto castigado con una caída de 120 dólares a 90 dólares hace tres meses.
Cabe destacar que Estados Unidos ya había ejercido presión a la OPEP para que no procediera con los recortes, argumentando que los fundamentos no los respaldan. Ahora, con los recortes consumados, el país del norte teme que esto pueda incluir reducciones voluntarias adicionales por parte de miembros importantes como Arabia Saudita, o bien, si podrían incluir la subproducción ya existente en el grupo.
Por su parte, con la medida, la OPEP+ cayó alrededor de 3,6 millones de barriles por día por debajo de su objetivo de producción en agosto.
Arabia Saudita y otros miembros que agrupa a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y otros productores, incluida Rusia, declararon que la medida persigue evitar la volatilidad y descartaron que busque un precio en particular.
Mientras tanto, el crudo Brent de referencia subió a 93 dólares por barril el miércoles, después de subir el martes.
Ahora Occidente acusa a Rusia de convertir la energía en un arma, creando una crisis en europa que podría desencadenar el racionamiento de gas y energía durante el invierno boreal y Moscú acusa a Occidente de convertir en armas el dólar y los sistemas financieros como el SWIFT en represalia por el envío de tropas a Ucrania en febrero.
Parte de la razón por la que Washington quiere bajar los precios del petróleo es para privar a Rusia de los ingresos petroleros, mientras que Arabia Saudita no ha condenado las acciones de Moscú.
Por ahora, la historia de un Putin acorralado y sin poder de decisión parece un tanto forzada, mientras el escenario político y económico que se nos abre es mucho más complejo que eso. Fuente: Ámbito
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