Las principales empresas tecnológicas de China, como Tencent Holdings Ltd. y Alibaba Group Holding Ltd., reportaron resultados decepcionantes en un trimestre marcado por la incertidumbre económica y geopolítica. La recuperación de la confianza de los inversionistas dependerá cada vez más de las decisiones que tome el gobierno de Pekín.
Durante varias llamadas con inversionistas, los gigantes de internet de China destacaron cómo la economía desigual está afectando su rendimiento y oscureciendo las expectativas de futuro. Aunque la mayoría mostró un optimismo moderado respecto al impacto del estímulo gubernamental implementado a finales del verano, hicieron un llamado a la paciencia. Sin embargo, las empresas que anteriormente desafiaran a Silicon Valley y definieran la economía privada de China ahora se enfrentan a una falta de ideas innovadoras y objetivos ambiciosos.
En solo una semana, las cinco principales compañías tecnológicas perdieron 41 mil millones de dólares en valor de mercado, mientras que un índice del sector en Hong Kong entró en territorio de mercado bajista. El viernes, la venta masiva de acciones chinas se intensificó, mientras las preocupaciones sobre el posible regreso de Donald Trump se sumaron a la creciente frustración por el lento ritmo del estímulo fiscal en Pekín. Para los inversionistas que esperaban que los resultados de las grandes tecnológicas impulsaran el mercado, esta temporada ha sido un fracaso.
PDD Holdings Inc. se centró en promover sus productos de bajo costo, sin ofrecer garantías ante los resultados decepcionantes. Tencent mantuvo su discurso habitual sobre la creación de juegos duraderos, sin prometer grandes éxitos inmediatos. Por su parte, los ejecutivos de Alibaba justificaron su alto gasto en respuesta a la feroz competencia. Incluso Baidu, líder en inteligencia artificial, no logró sorprender con nuevos proyectos.
Luo Rong, responsable del ecosistema móvil de Baidu, comentó a los analistas que no se ha observado una mejora significativa en los patrones de gasto de los anunciantes y que el consumo sigue siendo moderado, aunque se mostró alentado por la solidez de las políticas de estímulo implementadas recientemente.
La presión sobre Pekín está aumentando, ya que el optimismo generado por el mercado tras la campaña de estímulo de septiembre se está desvaneciendo. Los resultados mediocres, junto con comentarios vagos sobre la política fiscal y las advertencias, contrastan fuertemente con la época previa al COVID, cuando Alibaba y Tencent estaban cerca de alcanzar un valor de mercado de un billón de dólares y se consideraban rivales directos de empresas estadounidenses. En aquel entonces, Alibaba competía con Amazon en el mercado de la nube, mientras que Tencent tenía planes ambiciosos para fusionar contenido, redes sociales y servicios financieros en línea.
Este aire de confianza se desvaneció tras la represión del sector por parte de Pekín en 2020. Después de haber disfrutado de un crecimiento envidiable gracias a la economía en auge de China, ahora enfrentan un estancamiento en el consumo interno, la falta de nuevos motores de crecimiento y costosos intentos de expansión internacional.
No obstante, existen algunas señales de esperanza. La plataforma de compras Temu de PDD ha tenido un notable éxito en Estados Unidos y otros mercados internacionales. La división de comercio electrónico internacional de Alibaba también ha mostrado crecimientos sólidos, lo que llevó a la compañía a unificar sus operaciones bajo la dirección de Jiang Fan. Por otro lado, Meituan, que también será objeto de análisis próximamente, está expandiendo sus servicios de entrega al Medio Oriente.
En el ámbito de los videojuegos, Tencent y NetEase Inc. experimentaron varios éxitos durante el verano, impulsando las ventas internas. El juego Black Myth: Wukong, respaldado por Tencent, fue un éxito inesperado, basado en la historia y el folclore chinos, lo que podría abrir nuevas oportunidades para títulos ambiciosos. Sin embargo, este repunte parece estar perdiendo fuerza.
Las dudas persisten sobre el alcance y el tiempo de implementación de las medidas de apoyo por parte del gobierno chino, ya que se están llevando a cabo de manera gradual, lo que mantiene incierto el panorama macroeconómico.
Uno de los comentarios más destacados de esta temporada de resultados vino de Jiazhen Zhao, co-CEO de PDD, quien expresó su desilusión con la competencia y mencionó las carencias dentro de su propio equipo. "Ahora nuestro equipo está limitado por su experiencia pasada y sufre de la falta de ciertas capacidades", señaló Zhao a los analistas.
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