El presidente Javier Milei llevó a cabo anoche en el Congreso, la presentación del presupuesto para el año 2025, marcando un hito al ser la primera vez que un mandatario argentino presenta el proyecto de ley de leyes en persona. La presentación, que tuvo lugar en un recinto en gran parte vacío, se caracterizó por la notable ausencia de numerosos diputados, tanto de la oposición como de los sectores de diálogo, quienes optaron por hacer "guardias mínimas".
Este presupuesto, que es el primero bajo la administración de Milei, se centra en el principio del déficit cero, una promesa que el presidente había anticipado anteriormente. Durante el 2024, la administración de Milei trabajó con un presupuesto prorrogado del año 2023, ajustado con incrementos decretados a lo largo del año.
Milei llegó al Congreso alrededor de las 21 horas y, en su discurso de apertura, hizo una dura crítica al hecho de que el Congreso había aplaudido el default de Argentina en 2001. Además, tuvo un intercambio áspero con Germán Martínez, jefe de bloque de Unión por la Patria, y arremetió contra los legisladores opositores.
El presidente destacó que el núcleo del presupuesto es "la primera verdad de la macroeconomía, que ha sido ignorada durante años en Argentina: el déficit cero". En su discurso, Milei argumentó que el default ha sido la causa de la fuga de capitales y criticó el gasto estatal, señalando que ha dependido históricamente de la emisión o deuda.
Según Milei, "la peor forma de gastar es utilizar el dinero de otros para otros", haciendo hincapié en la necesidad de limitar el gasto público. Anunció que el gobierno vetará todos los proyectos que pongan en riesgo el equilibrio fiscal y que solo aceptarán discutir aumentos de gastos si se presenta una explicación clara sobre qué partidas se reducirán para compensarlos. De lo contrario, serán rechazados.
El presidente también destacó los logros de su gestión, incluyendo la reducción del gasto público y la eliminación de numerosos empleados públicos, y afirmó que el verdadero objetivo es reducir el tamaño del Estado para beneficiar a la sociedad.
El presidente estableció que el superávit primario debe igualar o superar los intereses de la deuda y que el nivel de gasto será determinado por el superávit primario alcanzado. Además, Milei aseguró que su plan busca "blindar el equilibrio fiscal de forma permanente, terminando con la deuda y la emisión". En caso de mejoras económicas futuras, prometió que cualquier exceso de recaudación será utilizado para reducir impuestos.
Milei enfatizó que su objetivo es garantizar un resultado fiscal positivo sin importar las condiciones económicas.
Dirigiéndose a los gobernadores, el presidente subrayó la importancia de reducir el gasto público consolidado a un 25% del PIB, advirtiendo que las provincias deberán realizar un ajuste adicional de 60 mil millones de dólares. Insistió en que el cumplimiento de este mandato es crucial para el éxito del plan y advirtió que no tolerará aumentos de impuestos provinciales si se eliminan impuestos nacionales.
En cuanto al Congreso, Milei ofreció dos caminos: seguir con las políticas actuales que perpetúan el deterioro económico o adoptar un enfoque radicalmente diferente para revitalizar al país. La decisión, según el presidente, determinará si los legisladores serán recordados como visionarios o como parte de un sistema que ha perjudicado a la nación.
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