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Por el "efecto Trump" se espera que la demanda de autos eléctricos caiga casi 30% en EEUU

  • Foto del escritor: Alejo Saggin
    Alejo Saggin
  • 20 nov 2024
  • 2 Min. de lectura

Eliminar el crédito fiscal para vehículos eléctricos (VE) en Estados Unidos podría reducir en más de un 25% la demanda futura de estos vehículos, aunque el efecto sobre el consumo de gasolina sería limitado, según cálculos de economistas.


La semana pasada, las acciones de los fabricantes de automóviles en EE.UU. experimentaron una caída después de que se conociera que el presidente electo Donald Trump podría eliminar el crédito de $7.500, establecido como parte de la Ley de Reducción de la Inflación de 2022.


Joseph Shapiro, de la Universidad de California, Berkeley, explicó que la eliminación de este incentivo podría reducir las proyecciones de matriculaciones anuales de vehículos eléctricos en unas 317.000 unidades al año, en comparación con lo que se espera bajo el sistema actual.


Aunque la demanda de VE podría disminuir, el aumento en el consumo de gasolina sería modesto. Según Shapiro y Felix Tintelnot, de la Universidad de Duke, el consumo de gasolina podría incrementarse en 155 millones de galones durante el primer año y alcanzar los 7.000 millones de galones en una década, lo que representaría solo un 5% del consumo anual total de gasolina en EE.UU., que es de unos 136.000 millones de galones.


Por su parte, Adam Jonas, analista de Morgan Stanley, indicó que, incluso si se elimina el crédito fiscal, la adopción de vehículos eléctricos en el país no se detendría. “Aunque una desaceleración en la adopción de VE podría dar tiempo a los fabricantes tradicionales para ponerse al día, esperamos que la penetración de VE siga aumentando a largo plazo gracias a la innovación y las economías de escala”, comentó en un informe.


El equipo de transición de Trump tiene planes para revertir varias regulaciones federales impulsadas por el presidente Joe Biden, que buscan mejorar la eficiencia del combustible y fomentar la transición hacia vehículos eléctricos. Entre estos cambios se encuentra la posibilidad de debilitar los estándares de emisiones y de eficiencia de combustible establecidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA).


Bajo las regulaciones de la administración Biden, al menos el 35% de la producción automotriz debe estar destinada a vehículos eléctricos para cumplir con los objetivos de 2032. Sin embargo, los fabricantes han señalado que estas normativas son demasiado exigentes, lo que ha llevado al equipo de transición de Trump a considerar revisiones.


Esta relajación en las normas podría tener un impacto sobre Tesla, que ha obtenido ingresos considerables de la venta de créditos regulatorios a otros fabricantes que no cumplen con los requisitos de emisiones. Aunque estos créditos fueron esenciales para Tesla en sus primeros años de rentabilidad, actualmente representan solo una fuente secundaria de ingresos.


Seth Goldstein, analista de Morningstar, destacó que los fabricantes de Detroit han avanzado significativamente en sus estrategias de electrificación, lo que cambia el panorama respecto a la primera administración de Trump, cuando las normativas de la era Obama también enfrentaron revisiones.

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