El día martes, el informe PwC Global Crypto Regulation Report 2023 dio a conocer que organismos normativos mundiales avanzaron en esquemas regulatorios para el comercio de activos digitales con lo cual se espera que en el futuro la velocidad de estos desarrollos se intensifique. El documento desarrolló las perspectivas y marcos regulatorios en curso en más de 25 jurisdicciones, en paralelo, trata de identificar como estos factores pueden afectar a los participantes y a los proveedores de servicios virtuales en el sector de servicios financieros. Con este contexto in crescendo, Juan Manuel Magadán, asesor impositivo y legal de PwC Argentina se anima a vaticinar que la vara subirá para equiparar las obligaciones con las de servicios financieros tradicionales, con lo cual las empresas que se desenvuelven con activos digitales tendrán que apuntalarse para normas más estrictas. Según el documento publicado por PwC, el incremento de la venta minorista y la aprobación institucional llevaron a un aumento en la normativa de dichos activos. En consecuencia, la situación condujo a una extrema volatilidad entre operadores causada por el rápido aumento de la capitalización del mercado. No obstante, analistas sostienen que la pérdida de confianza que experimentaron los consumidores, tras una serie de fracasos de criptomonedas y una mala gestión de los fondos de los clientes, hace que sea necesaria una política y supervisión regulatoria sólida que se establezca a nivel global. Hoy por hoy, tanto la Unión Europea al igual que Emiratos Árabes Unidos y Dubái se encuentran en una etapa avanzada de regulación de este mercado, los dos últimos de hecho, establecieron la primer autoridad centrada en activos virtuales. Suiza no se queda atrás, ya que en la actualidad cuenta con uno de los marcos regulatorios más maduros permitiéndoles a los participantes del mercado tener certezas en cuanto al tratamiento legal y regulatorio de sus proyectos y actividades previstas. Por último, el informe sugirió indicaciones a tener en cuenta dentro de la industria de los criptoactivos como la relación mutua que tendrá el ecosistema de activos digitales con las instituciones financieras tradicionales -a medida que crezca el uso de la tecnología-, y la adopción de enfoques en materia de gobierno corporativo, compliance y gestión de riesgos por parte de las organizaciones nativas. Fuente: Ámbito
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