En junio, la remuneración bruta nominal promedio, incluyendo el aguinaldo, alcanzó los $1.612.788, lo que representa un aumento del 251,5% en comparación con el año anterior. Por otro lado, la mediana de los salarios brutos fue de $1.262.309, con una subida del 253,6% respecto al mismo mes del año previo, según el informe publicado por la Secretaría de Trabajo a través del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
A pesar de este incremento significativo, los aumentos salariales anuales no lograron mantenerse al ritmo de la inflación, que en junio fue del 271,5%. Este desfase en el crecimiento salarial indica una pérdida de poder adquisitivo, aunque el impacto negativo habría sido mayor sin el aporte del Salario Anual Complementario (SAC).
En contraste con los esfuerzos del Gobierno por destacar una recuperación del salario real, los datos muestran que solo un pequeño número de sindicatos del sector privado ha conseguido aumentos superiores a la inflación del último año. Algunos sindicatos han logrado mantenerse a la par con la inflación, mientras que la mayoría ha visto una disminución en su poder adquisitivo.
Un análisis realizado por el Instituto de Estudios y Formación de la CTA sobre las actas de convenios entre sindicatos y empresas revela que los gremios del sector logístico son los que mejor han gestionado las negociaciones salariales.
Los resultados de las paritarias en el sector bancario, que ha ajustado sus salarios mensualmente para seguir el ritmo de la inflación, están en línea con el índice de precios al consumidor interanual. Por su parte, los acuerdos salariales de los mecánicos de SMATA y de UTEDYC (entidades civiles y deportivas), que hasta agosto habían incrementado un 233%, se sitúan justo debajo de la inflación.
Otras áreas con aumentos cercanos a la inflación o ligeramente inferiores incluyen la industria alimentaria (228,3%), la industria metalúrgica (221,2%), los empleados de comercio (219,4%) y el sector de la sanidad (219%).
La situación es más grave en el sector público, donde los salarios reales han experimentado una caída del 20%. Las paritarias de los trabajadores estatales nacionales terminaron con un aumento acumulado del 175,6%, mientras que en la provincia de Buenos Aires, los incrementos fueron del 163%. Además, se especula con la posibilidad de un congelamiento de las paritarias hasta diciembre, lo que complica aún más la situación de los empleados públicos, que ya se enfrentan a aumentos salariales que no alcanzan a cubrir la inflación mensual.
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