El intenso movimiento en Wall Street a finales de 2024 ha llevado a muchos a pasar por alto que se ha celebrado el segundo aniversario del actual mercado alcista. Desde 2022, las acciones han experimentado un crecimiento cercano al 60%, con un aumento de más del 20% solo en lo que va del año. No obstante, en medio de la incertidumbre geopolítica y económica, esta situación podría considerarse normal según la historia del mercado.
Para entender mejor el panorama, es importante recordar que hace dos años, el 12 de octubre de 2022, la inflación superaba el 8%, la Reserva Federal (Fed) implementaba un agresivo aumento de tasas, y el índice S&P 500 había caído un 25% desde su máximo histórico. A pesar del pesimismo, se inició un nuevo ciclo alcista que perdura hasta hoy. Desde entonces, las acciones han subido un 60% y el S&P 500 ha marcado 45 nuevos máximos.
En el ámbito económico, la primera mitad de 2022 fue un periodo de debilidad en Estados Unidos, con una ligera contracción en el primer trimestre y un crecimiento mínimo en el segundo. Sin embargo, desde entonces, el Producto Interno Bruto (PIB) ha crecido a un ritmo promedio del 3%, y la Fed proyecta que este crecimiento superará el 3% en el tercer trimestre.
A pesar de las preocupaciones sobre la inflación y los altos costos de los préstamos, la recesión que muchos anticipaban nunca se concretó, gracias a la resistencia del consumidor, que sigue siendo el motor de la economía estadounidense.
John Plassard, economista del grupo suizo Mirabaud, sugiere que este optimismo se debe a varios factores: las familias han mejorado sus finanzas tras años de desapalancamiento, se han beneficiado de un aumento en el ahorro gracias a las medidas fiscales del Gobierno, el mercado laboral se mantiene sólido y la riqueza ha crecido, impulsada por la revalorización de bienes inmuebles y acciones.
Los analistas ahora se cuestionan si el mercado alcista iniciado en 2009 se ha reiniciado en 2020, 2022, o si continúa de forma ininterrumpida desde el colapso de 1987. Para responder a esto, es necesario definir qué es un mercado alcista. Aunque hay diferentes definiciones, generalmente se acepta que una caída del 20% o más indica el fin de un ciclo alcista y el inicio de uno bajista.
La historia muestra que ha habido 24 mercados alcistas y 22 bajistas desde la década de 1920, y aunque hay ciclos que siguen tendencias generales, algunos mercados alcistas han surgido en momentos inesperados. Por ejemplo, durante la Gran Depresión, el mercado experimentó un rebote significativo que no fue reconocido como un ciclo alcista.
En contraste, el colapso de 1987 no se consideró el fin del mercado alcista de la década de 1980. En cuanto al descenso de 2020 por la pandemia, Plassard lo califica como un evento significativo, pero no catastrófico para la tendencia alcista a largo plazo.
Pese a que han ocurrido más de 20 ciclos de mercado en los últimos 100 años, solo ha habido seis períodos seculares prolongados. Por ejemplo, el mercado alcista que se extendió de 1942 a 1965 mostró que un ciclo alcista no se interrumpe necesariamente por correcciones temporales.
Recientemente, Goldman Sachs ha elevado su proyección para el S&P 500, fijando un objetivo de 6.000 puntos para finales de año, y 6.300 para el próximo. David Kostin, su estratega jefe, advierte que las valoraciones actuales podrían limitar el crecimiento en 2025, y la incertidumbre geopolítica, junto con las elecciones en EE. UU., podrían generar volatilidad a corto plazo.
Plassard destaca que, en promedio, los mercados alcistas de los últimos 11 ciclos han durado casi cinco años, con la mayoría extendiéndose hasta el final del tercer año. Esto sugiere que el actual ciclo podría estar en sus etapas iniciales o intermedias, aunque es probable que el tercer año presente desafíos. Los rendimientos suelen ser moderados, con movimientos alternando entre subidas y retrocesos, y las perspectivas de crecimiento, tasas de interés y ganancias empresariales influirán en la dirección del mercado.
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