La próxima campaña agrícola está generando creciente preocupación en el sector productivo, con las entidades que representan a los agricultores demandando al Gobierno señales claras que mejoren la rentabilidad. A pesar de las promesas de eliminar las retenciones una vez estabilizada la economía, y de considerar los derechos de exportación como un impuesto perjudicial, no todos están convencidos.
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) reiteró la necesidad de mayor previsibilidad para la campaña 2024/2025. En un comunicado, la organización destacó que “después de siete meses de gestión, el gobierno debería tener una visión clara de que el sector agrícola necesita una agenda y un plan concreto. Se requiere un cronograma de reducción de retenciones hasta su eliminación para planificar adecuadamente las campañas futuras”.
El sector demanda un plan detallado para la reducción de los derechos de exportación, especialmente para el complejo oleaginoso-cerealero, que, a pesar de un año 2023 marcado por la sequía, representó el 50,1% de las exportaciones argentinas, según el INDEC. Esta medida sería clave para salir de un escenario complicado y podría mitigar el descontento de los productores.
En la actualidad, los precios internacionales ya no alcanzan los niveles históricos de $600 por tonelada, en parte debido a las decisiones políticas de administraciones anteriores que no lograron aliviar la carga sobre el sector agrícola.
Carlos Castagnani, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), expresó que “en cada reunión con las autoridades, solicitamos que las expectativas se concreten o, al menos, que recibamos señales claras”.
Además, Castagnani mencionó que “sería un buen gesto que el presidente nos recibiera para discutir la situación del campo. Aunque comprendemos y apoyamos el esfuerzo del Gobierno por ordenar la macroeconomía y controlar la inflación, quizás la falta de conocimiento pleno del sector impide que se vean las señales necesarias. Aunque sabemos que no habrá soluciones inmediatas, hay medidas que podrían comenzarse a implementar”.
Mientras algunos consideran que el campo está impaciente, otros creen que el Gobierno solo ofrece promesas. En la Mesa de Enlace, hay diversas opiniones sobre cómo manejar la relación con el oficialismo y cuánto tiempo darle antes de que se concreten los anuncios esperados.
En una reciente reunión con el ministro de Economía, Luis Caputo, se preguntó específicamente sobre la eliminación de las retenciones. Según Castagnani, el ministro aseguró que, una vez logrado el objetivo de reducir el déficit fiscal a cero, se implementará un cronograma para la eliminación de las retenciones, pero no se especificó una fecha.
En redes sociales, se ha discutido la comercialización de granos, con algunos sugiriendo que los productores retienen los granos. Enrique Erize, analista de mercado de granos, cuestionó estas afirmaciones y advirtió que si los precios continúan cayendo, podrían surgir protestas. Erize destacó que la cosecha en América es favorable y que tanto productores brasileños como estadounidenses están enfrentando pérdidas, lo que podría afectar también a los productores argentinos.
La falta de comunicación efectiva entre el Gobierno y los productores está creando tensiones, ya que el Gobierno parece priorizar otras cuestiones mientras que el campo requiere atención urgente. Según Ámbito, la venta de insumos para la próxima campaña está atrasada, con solo el 30% de lo vendido el año pasado a esta misma fecha. La siembra de maíz podría reducirse debido al temor a plagas, mientras que se incrementará el área de soja, aunque con menos tecnología.
El panorama se presenta desafiante para el 70% de los productores que trabajan en campos arrendados, enfrentando altos costos de alquiler. Esta situación no solo es dura para el sector agrícola, sino que también podría tener un impacto significativo en la economía en 2025.
Σχόλια