Las razones detrás de la confianza del Gobierno en la estabilidad del dólar
- Alejo Saggin
- 31 mar
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"Es necesario dejar de obsesionarnos con los detalles del esquema cambiario", asegura una fuente del Gobierno. Según esta perspectiva, "la obsesión surge porque, a lo largo de nuestra historia, el déficit generó desequilibrios que solo podían ser controlados con esquemas cambiarios. Estos esquemas tenían como objetivo contener lo que los fundamentales no podían. Hoy, la situación es diferente: los fundamentales son sólidos y no generan desequilibrios".
Además, esta fuente agrega que "la única función de las etapas en la transición hacia un esquema cambiario más flexible es que se realice de manera ordenada y que se controle la volatilidad".
Este enfoque se refleja en las conversaciones dentro del Palacio de Hacienda, donde se menciona que "podríamos tener tantos dólares que incluso se podría dolarizar la economía en función de la base monetaria".
Este jueves, tanto el presidente Javier Milei como el ministro de Economía, Luis Caputo, subrayaron la relevancia de los préstamos de los organismos multilaterales de crédito, que se consideran fundamentales para respaldar la moneda nacional. Caputo indicó: "Con lo que estamos solicitando al Fondo, más lo que aportarán el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y la Corporación Andina de Fomento, estaríamos cerca de los 50.000 millones de dólares en reservas brutas". Comparó esta cifra con la base monetaria medida en dólares, que "al tipo de cambio oficial es aproximadamente 25.000 millones de dólares, y al tipo de cambio libre, unos 20.000 millones de dólares".
El ministro también señaló que "si bien algunos podrían argumentar sobre la base amplia, como se hacía en la Convertibilidad, hoy esa base amplia, al tipo de cambio libre, rondaría los 35.000 millones de dólares. Aun si restamos lo que se quiera, como el Swap, el nivel de respaldo que tendremos en pocos días será incomparable con lo que teníamos en la Convertibilidad, y además con superávit fiscal".
Por su parte, Milei reiteró en una entrevista radial que "con 50.000 millones de dólares para respaldar 20.000 millones de dólares (la base monetaria en dólares financieros), tenemos más del doble de respaldo".
Economistas privados calculan que, con una masa monetaria de aproximadamente 30 billones de pesos, el tipo de cambio implícito sería de 1.150 pesos por dólar, considerando que el Banco Central tiene alrededor de 26.000 millones de dólares. Si las reservas alcanzaran los 50.000 millones de dólares, el tipo de cambio implícito caería a 600 pesos por dólar, aunque este es un ejercicio teórico, ya que el Gobierno no planea una apreciación del peso a ese nivel.
Una de las mayores incertidumbres de los analistas es qué ocurrirá con la política cambiaria. Al ser consultado sobre si mantendrá el crawling peg, el presidente comentó: "Es irrelevante, porque si voy a tener 50.000 millones de dólares de reservas frente a una base monetaria de 26.000 millones de dólares (a tipo de cambio oficial), la respuesta es irrelevante. Hay muchos dólares para pocos pesos, y además no hay déficit fiscal ni emisión monetaria descontrolada, lo que significa que hay muy pocos pesos y muchos dólares. En resumen, estamos mucho más cubiertos que durante la Convertibilidad".
A pesar de estas declaraciones oficiales, la tensión persiste en el mercado cambiario. Este viernes, el Banco Central vendió más de 190 millones de dólares, lo que refleja la incertidumbre de los operadores, quienes temen posibles cambios en el régimen cambiario mientras el Gobierno lucha por acumular reservas y enfrenta un déficit en la cuenta corriente.
Los datos del comercio exterior de febrero revelaron un aumento significativo en las importaciones, impulsado por el crecimiento en la compra de bienes de consumo. En contraste, las exportaciones se encuentran estancadas.
El mercado teme que el acuerdo con el Fondo implique una corrección del dólar, aunque desde el Palacio de Hacienda se ha negado repetidamente que se planee un ajuste importante del tipo de cambio.
El Gobierno confía en que, gracias al préstamo que se espera obtener del FMI y los créditos de otros organismos multilaterales, podrá mostrar una mejora significativa en las cuentas del Banco Central, lo que contribuiría a reducir la incertidumbre en el mercado cambiario. De acuerdo con los datos oficiales, estos fondos permitirán respaldar todos los pasivos monetarios (tanto los pesos en circulación como la deuda remunerada) con dólares.
Se espera que las reservas del Banco Central lleguen a alrededor de 50.000 millones de dólares, lo que superaría la base monetaria amplia, estimada en 47 billones de pesos (unos 42.000 millones de dólares al tipo de cambio oficial).
Cabe destacar que el Gobierno define la base monetaria amplia como la suma del dinero en circulación, las reservas de los bancos en el Banco Central, los depósitos del Tesoro en el Banco Central y los pasivos remunerados del Banco Central, que actualmente están convertidos en deuda del Tesoro.
Para alcanzar los 50.000 millones de dólares en reservas, el Gobierno cuenta con el préstamo de 20.000 millones de dólares solicitado al FMI, más al menos 4.000 millones de dólares de créditos del Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina). Actualmente, las reservas brutas del Banco Central rondan los 26.000 millones de dólares.
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