Futuro del dólar: ¿con restricciones o apertura cambiaria en los próximos meses?
- Alejo Saggin

- 6 feb
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En medio del debate sobre el futuro del dólar y las posibles flexibilizaciones de las restricciones cambiarias, se plantean distintos escenarios que dependen en gran medida de las negociaciones con organismos internacionales para obtener nuevos recursos financieros.
El Gobierno ha señalado que, si se alcanza un acuerdo que implique un desembolso significativo, se consideraría la posibilidad de levantar las limitaciones este año, siempre y cuando se logren avances que fortalezcan las reservas externas. De no ser así, la eliminación de los controles se postergaría, posiblemente hasta principios del año siguiente.
A corto plazo, las autoridades consideran que, dada la situación actual y los riesgos de una devaluación abrupta, lo más prudente es mantener el esquema actual. Este sistema permite contener la volatilidad mediante una devaluación mensual moderada, que se mantiene por debajo de la inflación, con el objetivo de preservar el equilibrio macroeconómico y evitar desestabilizaciones en los mercados.
En las conversaciones en la city, se destaca que, aunque se reciban fondos de organismos internacionales, la simple llegada de recursos no garantizaría la eliminación de las restricciones. La clave, según muchos, radica en el fortalecimiento de las reservas netas del país.
Esto solo sería posible si se alcanza un superávit en la balanza de pagos, ya sea a través de un desempeño favorable en la cuenta corriente o mediante la captación de capitales que superen el déficit. La sostenibilidad de las reservas, entonces, es esencial para avanzar hacia una mayor apertura del mercado cambiario.
Las proyecciones sugieren que, en un escenario de moderación de la inflación y políticas monetarias prudentes, el tipo de cambio podría experimentar un crecimiento moderado durante el año, manteniendo una devaluación controlada en el mercado oficial. No obstante, se advierte que la situación podría volverse incierta si surgen cambios importantes en las expectativas de los agentes económicos, especialmente en un contexto político y electoral.
En caso de que las restricciones sean levantadas rápidamente a través de un acuerdo de financiamiento, la transición hacia un tipo de cambio más flexible podría generar tensiones temporales en los mercados. Este proceso requeriría definir claramente el nuevo esquema cambiario, ya que la unificación de los diferentes mercados podría provocar ajustes en las brechas cambiarias y necesitaría un período de adaptación para los operadores y las autoridades.
Por otro lado, si las negociaciones internacionales no avanzan según lo previsto, es probable que se mantenga el régimen actual, debido a su capacidad para estabilizar la economía y mitigar las presiones inflacionarias. En este contexto, el manejo prudente de la liquidez y las intervenciones oportunas del Banco Central serán cruciales para mantener el orden en los mercados financieros, especialmente durante momentos de tensión, como las cercanas elecciones.
En conclusión, el futuro del dólar y la política cambiaria del país están estrechamente vinculados a la capacidad de generar superávits en la balanza de pagos y a los acuerdos internacionales que refuercen las reservas externas. Mientras tanto, se sigue un enfoque cauteloso para evitar excesivas volatilidades y asegurar la estabilidad macroeconómica en un contexto global y local incierto.




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