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Inflación: el J.P. Morgan recalcula sus pronósticos 2024 y 2025 para la Argentina

  • Foto del escritor: Alejo Saggin
    Alejo Saggin
  • 14 nov 2024
  • 3 Min. de lectura
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El dato del índice de precios al consumidor (IPC) correspondiente a octubre resultó positivo, no solo para el Gobierno y su equipo económico encabezado por Luis "Toto" Caputo, sino también para muchos analistas que habían previsto una desaceleración en la inflación. El hecho de que la inflación mensual fuera del 2,7%, por debajo del umbral del 3%, ha llevado a varios expertos a revisar sus proyecciones para el cierre de 2024 y el comienzo de 2025. Entre estos se encuentra el banco de inversión estadounidense J.P. Morgan, que en su reciente informe destacó este descenso como un dato relevante.


De hecho, los analistas Lucila Barbeito y Diego Pereira señalaron que la cifra de octubre superó sus expectativas, ya que ellos habían anticipado una inflación de 2,9%, mientras que la estimación promedio del mercado era de un 3%. Además, recalcaron que la inflación mensual fue inferior a la registrada en septiembre (3,5%), marcando la tasa más baja desde noviembre de 2021, lo cual se atribuye principalmente a la desaceleración de los precios de los alimentos y los precios regulados.


Según J.P. Morgan, al ajustar por estacionalidad, el IPC general se ubicó en un 3,3% mensual, aún por encima del 3%, pero con una clara desaceleración respecto al promedio de los últimos tres meses (4,2%). Esto implica que la tasa anual ajustada estacionalmente (SAAR) ha caído a un 55%.


Otro de los puntos destacados por los analistas fue la desaceleración de la inflación núcleo, que bajó al 2,9% mensual (con una contribución de 2 puntos porcentuales) frente al 3,3% de septiembre (2,2 puntos de contribución). Este fue el valor más bajo desde septiembre de 2020. Sin embargo, señalaron que la inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos, registró un leve descenso y se situó en 3,5% mensual, una caída moderada respecto al 3,6% del mes anterior. Ajustando por estacionalidad, la inflación subyacente mostró un ritmo anualizado de 60%.


Al desglosar los componentes del IPC, J.P. Morgan destacó que los precios de los alimentos desaceleraron significativamente, con una variación mensual del 1,2% (+0,4 puntos de contribución), el valor más bajo desde julio de 2020. Este comportamiento se explicó principalmente por una menor presión en los precios de alimentos frescos como carne, frutas y verduras, que contribuyeron de manera neutra a la inflación.


Por otro lado, los precios regulados continuaron su desaceleración, con un aumento mensual del 2,7% (+0,5 puntos de contribución), impulsado por incrementos en las tarifas de energía y servicios médicos, pero contrarrestado por una caída en los precios de los combustibles. Los precios estacionales también mostraron una desaceleración, con un aumento de solo el 1,4% mensual (+0,2 puntos de contribución), favorecido por la caída en los precios de las verduras frescas.


A raíz de este dato, J.P. Morgan ajustó su pronóstico de inflación para diciembre de 2024, ubicándolo en un 120% interanual. Además, tras la publicación del IPC de octubre, el presidente Javier Milei indicó que si la inflación mensual se mantiene cerca del 2,5% en los próximos dos meses, la tasa de ajuste del tipo de cambio "crawling peg" se recortará al 1%. Con este ajuste, el banco prevé que la inflación mensual promedio durante el primer trimestre de 2025 será de un 2,5%, en lugar del 3,8% que se esperaba inicialmente. Bajo este escenario, J.P. Morgan proyecta una inflación anual de 29% para fines de 2025, lo que también estaría alineado con la estrategia de posponer una posible transición hacia un nuevo régimen cambiario.


Sin embargo, es importante destacar que el dato de octubre refleja una inflación interanual del 193% y una inflación acumulada de 107% en lo que va del año, niveles aún elevados para hablar de una estabilización macroeconómica. La clave para el Gobierno y los mercados será mantener la inflación bajo control en el último bimestre de 2024, lo que permitiría una política de ajuste más moderada en 2025. En ese sentido, el mercado calculó que el “breakeven” para los bonos de tasa fija en el último tramo del año se ubica en 2,2%, lo que indica que las expectativas de inflación se están moderando. A su vez, las apuestas en el mercado financiero calculan que, para el primer trimestre de 2025, la inflación mensual promedio debería rondar el 1,5%, si se mantiene el enfoque de política económica actual.

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