En las próximas semanas, el ministro Luis Caputo tiene previsto implementar una estrategia para enfrentar las especulaciones sobre una posible reestructuración o default de la deuda. Consciente de que el acuerdo actual con el FMI está por finalizar y de que la firma de un nuevo programa puede llevar tiempo, el ministro de Economía está considerando la opción de obtener un préstamo utilizando como garantía los depósitos de oro que fueron trasladados al exterior desde Argentina.
Este dato, confirmado ayer por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), fue adelantado por Caputo en su reciente programa de streaming del Ministerio, conducido por Felipe Núñez y Federico Furiase, director del BCRA. Durante la emisión, Caputo aseguró que Argentina no necesitará acudir a los mercados en el próximo año y medio. Según él, el país solo volverá a los mercados internacionales en enero de 2026, momento en el que ya se podrá refinanciar su deuda.
Un aspecto crucial de la estrategia es el período de transición entre el fin del acuerdo actual con el FMI en diciembre y la firma del nuevo programa. Durante esta ventana, el Gobierno planea aprovechar la posibilidad de tomar deuda sin necesidad de un acuerdo previo con el organismo, utilizando el oro depositado en el exterior como colateral.
El Gobierno espera que esta medida, junto con otras iniciativas como el blanqueo de capitales y el uso de depósitos en cuentas especiales sin penalización, contribuya a una "lluvia de dólares" en el sistema financiero local. Esta situación se traduciría en un aumento de los depósitos en dólares y, por ende, en los encajes que el BCRA muestra como reservas.
Desde principios de año, los depósitos superiores a los 20 millones de dólares han crecido de aproximadamente 1.500 millones a 2.000 millones. El objetivo del Gobierno es que esta tendencia continúe, permitiendo al BCRA aumentar sus reservas y, ocasionalmente, usarlas para gestionar la demanda creciente.
En los próximos 16 meses, Argentina deberá gestionar pagos por un total de 22.600 millones de dólares, que incluyen deudas con el Banco Mundial, el BID, bonos soberanos, Bopreal, CAF, y el Club de París. El FMI, que recientemente ajustó a la baja sus previsiones de crecimiento para Argentina, está a punto de realizar la novena revisión del acuerdo con el país, revisando un posible desembolso de 530 millones de dólares.
Se espera que las negociaciones comiencen esta semana, centrándose en la evaluación de las metas trimestrales. El Gobierno ha reducido el Impuesto PAIS y ha anunciado que el presidente Javier Milei podría presentar el Presupuesto 2025 en el Congreso. Esta decisión se ve como un intento de mostrar un fuerte compromiso con la disciplina fiscal, con la esperanza de acelerar la firma de un nuevo acuerdo con el FMI.
El FMI ha proyectado un repunte significativo para la economía argentina en 2025, con un crecimiento estimado del 5%. Sin embargo, también expresa preocupación por la acumulación de reservas y el impacto de la inflación en la competitividad del país. En este contexto, el Gobierno está trabajando en diversas estrategias para garantizar los recursos necesarios para cumplir con los vencimientos de deuda sin depender exclusivamente de nuevos fondos del FMI, una tarea que no será sencilla y que podría afectar la confianza de los inversores.
Por otro lado, a pesar de la reciente depreciación del dólar, que aumentó un 118% en diciembre de 2024, la inflación ha erosionado los beneficios obtenidos, dejándonos en una situación similar a la anterior en pocas semanas.
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