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Argentina avanza hacia la liberación del cepo cambiario bajo el gobierno de Javier Milei

  • Foto del escritor: Alejo Saggin
    Alejo Saggin
  • 17 ene
  • 3 Min. de lectura
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El gobierno de Javier Milei continúa avanzando en su plan para eliminar las restricciones cambiarias a lo largo de 2025. A finales del año pasado, el presidente y el ministro de Economía, Luis Caputo, anunciaron que se enfocarán en desmantelar el cepo cambiario este año, aunque aún persiste incertidumbre sobre cuándo ocurrirá exactamente.

A pesar de la falta de consenso sobre la urgencia de la medida, Milei ha dado algunos pasos importantes hacia la economía bimonetaria, una de sus principales promesas de campaña, que eventualmente podría llevar a la dolarización. Esta propuesta, que despertó gran expectativa entre sus seguidores, todavía no tiene definidos todos sus objetivos.

Entre los avances recientes se encuentra una nueva disposición que autoriza la exhibición de precios de productos y servicios tanto en dólares como en otras monedas extranjeras. Además, los bancos han comenzado a ofrecer cuentas en pesos y dólares, y se han intensificado los esfuerzos para fomentar los créditos en moneda extranjera. Existe la posibilidad de que en el futuro se permita el pago de impuestos en divisas, aunque esta medida aún no parece inminente.

El mercado se encuentra expectante respecto a los próximos pasos que tomará el gobierno para preparar el terreno para la eliminación total del cepo. Un informe de la consultora Econviews subraya que el cambio hacia un régimen económico de mercado beneficia a la administración de Milei, destacando el rápido avance de Argentina hacia este modelo. Sin embargo, algunos analistas advierten sobre la fragilidad de la situación económica. La consultora de Miguel Ángel Kiguel resalta que el principal desafío es la caída de las reservas internacionales netas, que siguen en descenso, limitando la capacidad del gobierno para enfrentar problemas externos. Para que el plan tenga éxito, será necesario aumentar las reservas, implementar políticas monetarias y cambiarias efectivas, y lograr un crecimiento económico sostenido.

A pesar de algunos avances fiscales y el aumento de los dólares provenientes del blanqueo, persiste la preocupación por la debilidad de las reservas y la protección que brinda el cepo. Algunos de estos temas podrían ser abordados en las próximas semanas, cuando Milei se reúna con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, antes de asistir a la toma de posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos.

El encuentro con Georgieva será clave para discutir los avances de las negociaciones que buscan asegurar un nuevo acuerdo con el FMI que permita liberar fondos para reforzar las reservas. Las perspectivas sobre este acuerdo son optimistas, ya que Georgieva recientemente elogió el programa económico de Argentina, calificándolo de "impresionante", y Trump expresó su admiración por Milei, lo que podría implicar un respaldo adicional de Estados Unidos, principal accionista del FMI.

En este contexto, se espera que el Banco Central continúe con la eliminación gradual de las restricciones cambiarias, lo que podría incluir flexibilizar las normativas sobre el giro de dividendos de las empresas a sus casas matrices. Sin embargo, para avanzar en este proceso, el gobierno necesitará fortalecer las reservas del Banco Central, que actualmente se encuentran en números negativos, en torno a los 5.000 millones de dólares.

Una encuesta anual realizada por la consultora Poliarquía a líderes y referentes de opinión en Argentina revela una división sobre la necesidad de levantar el cepo. El 56% de los encuestados considera que no es urgente eliminar las restricciones, mientras que el 41% cree que debería hacerse de inmediato. Los sectores que más abogan por una pronta eliminación son la dirigencia política y social (54%), el sector empresarial y financiero (45%), y el de consultoría (46%).

En cuanto al momento en que el gobierno podría levantar el cepo, un 51% de los encuestados considera que esto ocurrirá antes de las elecciones legislativas de octubre de 2025, mientras que el 41% opina lo contrario. Los sectores financieros y empresariales son los más optimistas al respecto, con un 68% de apoyo, mientras que los líderes políticos y sociales son más cautelosos, con solo un 31% esperando que se levante antes de las elecciones.

A pesar de un panorama económico relativamente favorable, el principal obstáculo para el gobierno sigue siendo la situación de las reservas internacionales, que continúan su tendencia negativa. La consultora de Kiguel advierte que el margen para enfrentar posibles dificultades externas es muy estrecho, lo que podría complicar la eliminación total de las restricciones cambiarias en el corto plazo.

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