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Bank of America aumenta su apuesta por los activos argentinos y prevé un repunte económico en 2025

  • Foto del escritor: Alejo Saggin
    Alejo Saggin
  • 26 feb
  • 3 Min. de lectura

En su último informe sobre América Latina, Bank of America (BofA) reafirmó su recomendación de sobreponderar los activos argentinos, basándose en la expectativa de un acuerdo cercano con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en los primeros signos de recuperación económica tras la difícil contracción de 2024.

El informe, fechado este lunes, señala que el Gobierno argentino planea cerrar un nuevo acuerdo con el FMI antes de abril, lo que implicaría un desembolso de fondos frescos. A esto se suman las políticas fiscales que el equipo económico anticipa, las cuales contribuirían a evitar una devaluación brusca. También destaca la reducción en el ritmo de devaluación diaria del tipo de cambio por parte del Banco Central (BCRA), lo que ha generado una mayor estabilidad en el mercado cambiario.

El informe también aborda el impacto de la política arancelaria de Estados Unidos en la región, señalando que Argentina se encuentra en una posición relativamente favorable en comparación con sus vecinos. A pesar de las dificultades, Bank of America mantiene un tono optimista sobre la economía argentina, aunque su confianza está condicionada a la concreción del acuerdo con el FMI. La caída del riesgo país, la eliminación del cepo cambiario, el regreso del interés por los activos argentinos y la estabilidad económica en general parecen depender en gran medida de que Kristalina Georgieva autorice el desembolso de los dólares que el Gobierno necesita para llevar adelante su plan económico.

El informe resalta que, a pesar de la presión sobre las reservas internacionales, que se mantienen en niveles negativos de unos 6.000 millones de dólares, la apreciación del tipo de cambio real ha ayudado a reducir la brecha entre el dólar oficial y el paralelo, que pasó del 54% en 2024 a un rango más controlado de entre 10% y 15%. Además, destaca que la amnistía fiscal implementada desde agosto de 2024 permitió una entrada de 12.000 millones de dólares en depósitos en moneda extranjera, lo que ha fortalecido la capacidad del país para cumplir con sus compromisos de deuda externa.

Otro punto clave del análisis de BofA es la desaceleración de la inflación, que en enero registró un aumento mensual de solo 2,2%, muy por debajo del 10,4% del primer semestre de 2024 y del 25% alcanzado en diciembre de 2023. El banco proyecta que la inflación anual se reducirá al 27% en 2025, después de cerrar 2024 en 118% y 2023 en 211%.

En cuanto a la actividad económica, BofA anticipa un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 5% en 2025, impulsado por la recuperación del crédito bancario, el aumento de los salarios y el crecimiento del sector energético. También señala que el Gobierno podría acelerar la eliminación de los controles de capital tras las elecciones y unificar el tipo de cambio en diciembre, adoptando un régimen de "flotación sucia" que marcaría el fin de la política de depreciación controlada.

El informe destaca que, a pesar de los desafíos comerciales, América Latina ha superado a los mercados globales en lo que va del año. En particular, Argentina sigue siendo uno de los destinos de inversión más atractivos de la región, según BofA, que mantiene su recomendación de aumentar la exposición a los mercados argentino y brasileño. La entidad considera a Argentina como una de las mayores apuestas dentro de su portafolio de América Latina, destacando factores como las elecciones, la desinflación, la desregulación y la posibilidad de un acuerdo con el FMI como los principales catalizadores del mercado.

Por otro lado, los analistas de VT Markets advierten que la amenaza de los aranceles sobre la economía mundial y la posibilidad de que la inflación en Estados Unidos resurja podrían obligar a los bancos centrales globales a ajustar sus políticas monetarias. La Reserva Federal de EE. UU. podría reducir las tasas de interés en 50 puntos básicos para finales de 2025, aunque los estrategas consideran que la fortaleza del mercado laboral y las preocupaciones por la inflación impiden un recorte más agresivo.

Esta posible política de tasas más altas en EE. UU. podría generar presión sobre la devaluación del peso argentino, ya que afectaría el flujo de capitales hacia mercados emergentes como Argentina, aumentando los costos de financiamiento y reduciendo el atractivo de los activos locales. En este escenario, el Gobierno argentino podría enfrentarse a un dilema: mantener la estabilidad cambiaria sin perder competitividad o permitir una mayor depreciación del peso, lo que podría reavivar las presiones inflacionarias. Esta situación agrega incertidumbre sobre la viabilidad del plan económico del Gobierno en un contexto global desafiante.

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